Desde el año 2021, la Fundación Mariano Rodríguez ha emprendido una labor de apoyo a las generaciones más jóvenes de artistas cubanos a través de la creación de la beca “Espuela de Plata”. Cada edición la beca busca dotar a un artista emergente de herramientas de formación y promoción para el desempeño de su carrera futura. A través de un programa personalizado de mentorías con notables investigadores, artistas y profesores, el becario completa un proceso de formación complementaria a su carrera que es visibilizado al finalizar el período de trabajo con la realización de una exposición personal a partir de un proyecto realizado exclusivamente para la Beca.
Cada año la Beca cuenta con asesores invitados que nominan un grupo de artistas que luego pasan a ser valorados por un comité de selección también invitado y por la Junta Directiva de la Fundación. Este proceso de retroalimentación y colaboración permite generar sinergias entre la fundación, los colaboradores y los artistas y cambia en cada ocasión para dar paso a una mayor pluralidad de voces.
La artista Nerea R. Vera fue la primera ganadora de la Beca de creación otorgada por la Fundación (mayo, 2021 – mayo, 2022). Durante su período de trabajo recibió las mentorías de la crítica y teórica Magaly Espinosa y del artista y pedagogo René Francisco Rodríguez. El próximo mes de noviembre 2022, Nerea presentará su exposición personal resultado de la beca en el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales de La Habana con curaduría de Caridad Blanco. En esa ocasión será anunciado el próximo becario de la edición 2022-2023.
Sobre la artista
Nerea R. Vera (La Habana, 1985) es graduada del nivel elemental de piano del Conservatorio de música Manuel Saumell (1997) y de Bachiller en Humanidades, Instructora de artes plásticas (2004) y fue pasante en el Gabinete de Arqueología y el Gabinete de Restauración de pintura de caballete, de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (2010).
Fue ilustradora de la revista «La isla Infinita» (2004-2010) y ha realizado los diseños de portada de los libros «Emigrando desde Vigo», Llegando a Buenos Aires» y «La bahía de La Habana» de los autores Juan Andrés Blanco y José María Bragado, entre otras publicaciones. Escribió e ilustró el libro del 500 Aniversario de La Habana, en edición limitada de 21 ejemplares hechos a mano, proyecto guiado por el historiador Eusebio Leal Spengler (2019).
Ha ilustrado libros de varios escritores como el Premio Nobel de Literatura G.K Chesterton, la escritora Fina García-Marruz premio Reina Sofía de Literatura, el legión de Honor francesa Cintio Vitier, Premio Juan Rulfo Internacional de Literatura Latinoamericana y del Caribe Eliseo Diego.
Ha realizado las exposiciones personales UNESCO Paris 7 Place de Fontenoy. (2016) y la bipersonal con Roberto Diago, galería «Jour et Nuit», París 9 Place Saint Michel. (2016) así como ha participado en diversas exposiciones colectivas en La Habana.
Sobre Espuela de Plata
En 1939 José Lezama Lima, Mariano Rodríguez y Guy Pérez-Cisneros formaron el consejo directivo de Espuela de Plata, revista Bimestral Cubana de Arte y Poesía (1939-1942), la cual intentaría fusionar el pensamiento intelectual de la literatura y la plástica modernas en un sistema de pensamiento que giraba en torno a la construcción de la nación desde la cultura. Esta señal pionera reflexionó sobre asuntos sociales muy urgentes y nucleó en torno a ella jóvenes artistas, poetas y escritores, entre los que se encontraban figuras tan cruciales como Jorge Arche, José Ardévol, Gastón Baquero, Eugenio Florit, Alfredo Lozano, Amelia Peláez, René Portocarrero, Justo Rodríguez Santos, Cintio Vitier, Virgilio Piñera y Ángel Gaztelu.
Espuela de Plata –luego del empeño inaugural de la revista Verbum (1937)– mostraba la coherencia y solidez progresivas del ideario cultural que ostentaría años después su perfil definitivo en Orígenes (1944-1956).
Ya en «Razón que sea», título del primer editorial de la revista, sus editores declaraban metafóricamente algunos de los presupuestos que serían centrales al pensamiento origenista: su absoluto respeto por la creación; su concepción de lo artístico en un sentido esencial y trascendente; su preocupación a un tiempo nacional y universal.
Reunió –como advirtió José Lezama Lima– a una generación eminentemente poética cuyo destino dependería de «una realidad posterior»; esto es, protagonista de una «tradición por futuridad» que, lejos de satisfacerse con lo hecho, aspiraba a encarnar y realizarse en lo venidero. Esta generación, que se consagraría en el punto de madurez creativa de Orígenes, resultaría clave para el desarrollo de la cultura cubana.
La revista expresó por igual esa posición marginal respecto de las instancias oficiales, que también sería propia de Orígenes. En la «Nota de recorrido» que encabezó uno de sus números, se declaraba que: «Al cumplir Espuela de Plata su primer año de publicación, no desea ningún índice subrayador ni quiere mostrar más que la invisible estela de su sí.»
La Beca Espuela de Plata para un joven artista se basa en esta máxima de los grandes intelectuales cubanos que fundaron la publicación original: buscando un sí que deposita su confianza en el poder sanador de la cultura; un sí aún situado plenamente dentro de la gran tradición del silencio que se realiza.